En un lugar muy, muy lejano habita un joven (casi adulto) que en estos últimos días se la ha pasado haciendo el vago, debido a que ha finalizado su año escolar. Su única distracción, por el momento, son los libros que retiró hace poco en un lugar inhóspioto llamado Correos.
Hoy, después de haber almorzado, terminado de verse Los Simpsons y revisado su correo (que por alguna extraña razón, últimamente, siempre pasa lleno de spams), se ha recostado para ver si toma una pequeña siesta.
Cuando se encontraba conciliando el sueño, escuchó a lo lejos una voz que lo llamaba.
- ¡Carlos...! ¡Carlos, te buscan...!
Creyéndose en medio de un sueño dejó que las cosas siguieran su curso, hasta que unas pequeñas manitas lo sacudieron y, abriendo los ojos, se encontró con la carita de su hermanita.
- Ñaño, te buscan afuela -dijo ella, recordándole los cuatro añitos que ella tenía y que aún no podía pronunciar bien la r.
- ¿Uh?, sí, ya voy -elevando a su hermanita para colocarla en sus hombros, se dirigió a la puerta de entrada mascullando por lo bajo-. Y ahora quién será que me ha jodido el sueño.
Al llegar se encontró con el clásico repartidor de Correos. Lo identificó por la clásica chaqueta de repartidor color caqui con el logo de Correos del Ecuador. Por primera vez conocía a un repartidor, ya que casi nunca se encontraba en casa debido a la universidad y sus hermanos, que se llaman exactamente igual que él, siempre recogían sus paquetes.
- Buenas tardes, ¿el señor Carlos Zambrano?
Dejando a su hermanita en el suelo la vio irse a la mesita donde jugaba con unas muñecas a la escuelita. - Sí soy yo -dijo.
- Tiene un paquete. ¿Podría, por favor, mostrarme su cédula?
- Lo siento, pero yo ya recogí el paquete el lunes.
- De hecho, este paquete llegó ayer, martes -dijo el repartidor, zapateando el suelo para demostrar su prisa.
«Será posible... », pensó
- Un momento, ya la traigo.
Regresando rápidamente a su habitación el desconcierto dio paso a la breve alegría y los pensamientos llegaron a su cabeza. «No, no creo que llegara tan rápido» «Jamás me ha llegado un paquete en menos de 15 días». Su billetera estaba encima del mueble de la computadora, el cual ya necesitaba una limpieza. De hecho, todo su cuarto necesita una limpieza. Tomó su cédula de identidad y regresó con el repartidor.
Una vez verificado los datos, el repartidor dijo -Por favor, firme aquí.
Algo exasperado porque ya quería ver su paquete, firmó el documento y vio como el repartidor sacaba un cartón pequeño de la camioneta blanca que estaba aparcada en la calle. Se la entregó y se despidió diciendo un leve "Pase bien"
No terminaba de cerrar la puerta de entrada, que prácticamente estaba desgarrando el cartón para ver qué había en el interior. Encontró lo único que le llega por Correos, un libro. Pero era EL LIBRO.
Emocionado porque este libro lo venía esperando desde noviembre del año pasado, se puso a escribir este post que ahora ustedes, si es que han llegado hasta aquí, han leído.
Bueno, ¡qué día tan productivo has tenido hoy! Casi no te sigo el ritmo leyendo, xDD. Pues que sepas que ESPERO RESEÑA. Que a mí la trilología de Wake, me pareció que tenía un final chorra con gone, no me gustó gone, va más de relaciones que del juicio famoso ¬¬. Es más a wake tardé en acostumbrarme, pero me gustó, a fade lo consideré el mejor de la saga, pero lo de gone no tiene precio el modo en que la pifió la autora.
ResponderEliminarBesos
Mira por dónde, qué envidia me estás dando. Y eso es culpa mía, por no haber comprado el libro a la vez que tú >.<
ResponderEliminarIfi: La reseña va porque va... Pero estoy viendo que no será tan favorable...
ResponderEliminarBarns: No es que te pierdas de mucho... Me promocionaron un libro de suspense y misterio... Bueno... Voy más allá de la página 100 y no veo mucho de lo que me vendían... ¬¬